LA CONQUISTA

La conquista es quizás el
punto más importante de nuestra historia, porque se trata tanto de una brutal
ruptura de la milenaria continuidad del desarrollo autónomo de la civilización
andina, como del dramático y doloroso parto de esa desigual y diversa formación
social que llamamos Perú- la conquista no sólo es un punto de partida, sino
también una culminación, pues es también el resultado de la conjunción de un
conjunto de procesos que se fueron tejiendo de manera simultánea desde mucho
tiempo atrás. Podríamos plantear como coordenadas básicas, en primer lugar, el
contexto de esta expansión, los factores que la alentaron y los medios que la
posibilitaron. Y en segundo término, la forma cómo esta expansión se articula
con el agente que vehicula esta expansión en dirección del Nuevo Mundo, es
decir, el imperio español. De acuerdo a los más recientes estudios, se
considera que alrededor del siglo XI, es decir, unos cuatrocientos años antes
de la conquista, se inició un proceso de auge en Europa, alentado por el
desarrollo del urbanismo, la innovación tecnológica, la difusión de
conocimientos, el comercio y la banca. Es el evento
que dio paso a una formación histórica y social nueva, caracterizada tanto por
la subordinación, explotación y exclusión de su población originaria como por
el mestizaje cultural y el sincretismo, que evolucionará hasta configurar el
país tal y como lo conocemos en nuestros días. Queda entonces
dicho, por un lado, que el proceso de conquista, si bien fue causante de muchos
problemas que incidieron directamente en el desarrollo del Perú, no llegó a
representar el triunfo de una cultura o el establecimiento de una cultura
superior, por el contrario, inició un proceso intenso de mestizaje que, con
venturas y desventuras en todos los terrenos, es hoy parte de la identidad
nacional.
Las armas son los artefactos en los que más evidente es esta diferencia tecnológica. La ventaja que otorgaban las armas de fuego a los españoles; frente a los arcos y flechas, las macanas, las lanzas y las cachiporras de los incas; fue considerable. Sin embargo los animales fueron también herramientas fundamentales como elementos de intimidación utilizados por los españoles contra los incas.
Las epidemias y enfermedades que llegaron a América con los conquistadores europeos debilitaron y diezmaron la población nativa de todo el continente.
La llegada de los españoles al Tahuantinsuyo
coincidió con la lucha interna que Huáscar y Atahualpa, ambos hijos de Huayna
Capac, sostenían por el control del imperio incaico.
Si bien es cierto que para la fecha en que llegan los españoles el Tahuantinsuyo tuvo su mayor expansión, no se puede negar que en sus fronteras existía poca población como para mantener los vínculos de reciprocidad y redistribución que eran los pilares en la economía y organización social incaica.
Si bien es cierto que para la fecha en que llegan los españoles el Tahuantinsuyo tuvo su mayor expansión, no se puede negar que en sus fronteras existía poca población como para mantener los vínculos de reciprocidad y redistribución que eran los pilares en la economía y organización social incaica.
COLONIA

·
PERÚ
COLONIAL
Nuestro país en su etapa colonial era
conocido como el Virreinato del Perú, pues éramos una colonia de España, lugar
donde se encontraba el rey, en el Perú se encontraba el virrey, quien era la
representación del rey en las colonias.
El Virreinato del Perú fue una entidad
territorial situada
en América
del Sur, integrante del Imperio
español y
que fue creada por la Corona durante su dominio en el Nuevo Mundo,
entre los siglos XVI y XIX.
El inmenso virreinato abarcó gran parte del
territorio de Sudamérica,
incluida Panamá.
Quedó fuera de él, también como bienrealengo, Venezuela y Brasil,
que sobre el Océano Atlántico,
pertenecía a Portugal.
Sin embargo, durante el transcurso del siglo
XVIII su
superficie sufrió tres importantes mermas al crearse con parte de su territorio
dos nuevos virreinatos: el Virreinato de Nueva Granada y posteriormente el Virreinato del Río de la Plata.
Al mismo tiempo el Brasil lusitano extendía sus
fronteras hacia la Amazonia.
A pesar de las pérdidas territoriales,
todavía a principios del siglo
XIX el virreinato del
Perú era la principal posesión de la Corona española al tratarse de una de sus más
importantes fuentes de riqueza. El virreinato peruano durante el proceso de independencia
hispanoamericana se
convirtió en el último bastión y centro realista en América del Sur,
obligando al general rioplatense libertador José de San Martín a abandonar su
empresa emancipadora tras establecer la República del Perú,
hasta que bajo la división partidista, y sin auxilios de España,
el virreinato sucumbió finalmente en las campañas decisivas del general gran
colombiano Simón Bolívar,
con el apoyo de las guerrillas peruanas y todos los recursos de logística de la
sierra peruana, requisando todo lo necesario para una guerra de posiciones.
MARIATEGUI Y EL COLONIALISMO
Mariátegui alaba el
desarrollo económico del Imperio de los Incas, al que califica de
“socialista” y “colectivista”; destaca especialmente el trabajo colectivo que
garantizaba el bienestar material de toda la población del imperio.
El pueblo incaico era una civilización agraria (“la
vida viene de la tierra” era su lema). Vivía dedicado a la agricultura y el
pastoreo. Los caracteres fundamentales de la economía incaica eran los
siguientes:
Propiedad colectiva de la tierra cultivable.
Propiedad colectiva de las aguas, bosques, tierras
de pasto.
Cooperación común en el trabajo
Apropiación individual de las cosechas y los
frutos.
Este magnífico desarrollo económico se vio
“escindido” (interrumpido) por la conquista española.
El régimen colonial desorganizó y aniquiló la
economía agraria incaica, sin reemplazarla por una economía de mayores
rendimientos. Pero no solo hizo eso sino que redujo a la población indígena
(etnocidio).
Los españoles destruyeron la
maquinaria de producción incaica; luego implantaron sus estructuras políticas y
económicas. La economía socialista de los incas fue reemplazada por otra de
tipo feudal. Los españoles no buscaban desarrollar una economía sólida sino
sólo la explotación de los recursos naturales. La actividad fundamental de los
españoles fue la explotación de las minas de oro y plata. Al no haber
suficiente mano de obra para el trabajo de las haciendas de la costa
recurrieron a la importación de esclavos negros; fue así como conformaron no solo
una sociedad feudal, sino también una sociedad esclavista. Según Mariátegui, la
estructura económica colonial seguía siendo la base histórica de la economía
peruana.
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