ESTRUCTURA
ECONÓMICA DEL PERÚ

En Perú podemos
distinguir dos economías claramente diferenciadas. Por un lado, un sector
relativamente moderno en la zona costera y, por otro lado, una economía de
subsistencia en las zonas de la sierra y selva. La agricultura y la pesca
contribuyen en un 10,1% al PIB, la minería y el petróleo lo hacen en un 6,1%, y
la primera resulta fundamental para la balanza de pagos, ya que las
exportaciones del sector suponen casi la mitad del total de las exportaciones
del país. La industria lo hace con un 15,9% y el restante 67,9% corresponde al
sector servicios y construcción. Política Monetaria: Durante los últimos cuatro
años, la política monetaria ha mantenido como objetivo central la reducción de
la inflación a niveles internacionales. Para ello se han aplicado tasas
decrecientes de la expansión de la emisión primaria. La principal fuente de
crecimiento de la emisión han sido las operaciones de compra de moneda
extranjera del BCR en el mercado cambiario. Estas operaciones han estado
orientadas a evitar una apreciación excesiva del tipo de cambio real en un
contexto de considerables flujos de capitales desde el exterior. Con el fin de
compatibilizar el control de la emisión primaria y la política cambiaria de la
autoridad monetaria, se efectuaron operaciones de esterilización con
instrumentos financieros del BCR y recursos del sector público. La austeridad
fiscal ha sido un elemento fundamental para lograr una menor apreciación del
tipo de cambio real en un contexto de ingreso masivo de capitales externos de
mediano y largo plazo. Política Fiscal: La política fiscal opera con una meta
exógena de déficit fiscal y reacciona a los shocks mediante ajustes en el nivel
de gasto público, y, a diferencia del CPAM, no a través de la modificación de
tasas impositivas. Con el objetivo de representar de manera más próxima la
conducta del sector público en la economía peruana, se optó por modelar el
gasto fiscal agregado como una suma de un componente fijo y otro variable. El
primer componente refleja el consumo público, que según las cifras disponibles,
permanece casi constante como proporción del PBI. El segundo componente permite
modelar la variabilidad de la inversión pública en el contexto de una regla
fiscal pro cíclica. Política Industrial: Sus objetivos, pilar sobre el que se
sustenta toda acción emprendida por la SNI, tienen como orientación fundamental
la defensa de los intereses de los industriales peruanos a través de la
modernización de sus actividades, en beneficio de la industria nacional en su
conjunto: Defender la propiedad e iniciativa privada como eje de la democracia
y el desarrollo económico de la nación.
• Fomentar la modernización de las actividades
productivas nacionales, en especial de la industria.
• Cooperar en la formulación
de las disposiciones legales que contribuyan a acelerar el crecimiento
industrial del país.
• Orientar y coordinar la opinión de los
asociados sobre los problemas nacionales. Representar y defender los intereses
de sus asociados. Política Cambiaria: No existen controles cambiarios en Perú.
No se requiere autorización del gobierno para realizar operaciones cambiarias.
La posesión de divisas es libre. Las personas naturales o las empresas pueden
remitir la moneda extranjera al exterior o conservarla en el país. Las
inversiones en moneda fuerte hechas por inversionistas extranjeros pueden ser
cambiadas en moneda nacional al mejor precio de compra a través del sistema
cambiario o depositadas en dichas entidades. Los residentes y no-residentes en
el Perú pueden abrir y mantener depósitos en moneda extranjera en el sistema
bancario local, en cuentas corrientes, de ahorro y a plazo fijo. Igualmente,
las personas naturales y las empresas pueden tener cuentas en moneda extranjera
en el exterior. Las Principales Medidas Fiscales y Monetarias son:
• Liberalización de
los precios y tarifas del sector público su valor real y eliminación de
subsidios. • Racionalización del gasto público.
• Reforma
tributaria que simplificó el régimen impositivo y creó una entidad especial, la
Superintendencia de Administración Tributaria (SUNAT) para la recaudación de
impuestos.
MODELO ECONÓMICO
QUE ACTUALMENTE SE APLICA EN EL PERÚ.
El Consenso de Washington y el modelo de economía
de mercado.
En el Perú se viene
aplicado desde la década del 90, las recomendaciones del Consenso de
Washington, que se conoce como el modelo de economía de mercado, recordando que
por aquella época, la situación del Perú era muy mala. También intervino
influyendo la globalización conjuntamente con la apertura comercial, esto
obligó al Perú tener que optar por única vía existente y viable, el modelo
económico liberal que se aplica con relativo éxito por más de 20 años sin
alteraciones significativas, abandonando costumbres políticas negativas como el
populismo y la heterodoxia, así lo manifiesta Efraín Gonzáles de Olarte en un
análisis que hace sobre la era liberal peruana en los últimos años.
Las conveniencias
del modelo económico peruano son manifiestas: el inicio de la reforma
estructural peruana con la vigencia del Estado de Derecho, la libertad y la
democracia como germen de autodeterminación, el rol de la empresa privada como
motor del desarrollo, el papel fundamental del mercado como eje rector en la
asignación de recursos; la apertura comercial, entre otras reformas, fueron
básicas para el éxito económico logrado en los últimos años, cuyos principios
económicos han sido mantenidos por los últimos gobiernos con muy pequeñas
variaciones, lo que ha permitido además, conformar una filosofía basada en la
doctrina neoliberal y sus recetas.
La Maldición de los
Recursos Naturales: el modelo primario exportador.
El reconocido
economista e investigador de la Universidad del Pacífico, Jurgen Schult nos
dice la necesidad urgente de realizar cambios al modelo primario exportador
peruano para que no nos lleve al fracaso. Agrega Schult, que el Perú viene
atravesando por la “maldición de los recursos naturales”, debido a los precios
de las materias primas altamente volátiles, lo que viene generando
incertidumbre en el crecimiento económico, por esa razón, debemos planificar la
economía para diversificarla e industrializarla con mayor valor agregado.
Tenemos una economía muy dependiente de la minería, que la hace desequilibrada
porque se concentra en determinados sectores, como son las finanzas, el
comercio y la propia minería, eso nos obliga a orientar nuestros esfuerzos
hacia al mercado interno. No podemos depender de lo que sucede en la economia
global. El ministro de Economia se encomienda cada día a todos los santos para
que la China no se desacelere demasiado. En abril del 2013, con ocasión del
Foro Económico Mundial 2013, llevado a cabo en el Perú, Juan Jiménez,
presidente de la PCM, manifestó que el Perú es un país formal y respetable, que
impulsa la inversión, con reglas de estabilidad jurídica y tributaria para que
los inversionistas confíen y vengan al país. La conducción de la economía se
sustenta en el respeto a las libertades civiles, políticas y económicas y que
tenemos una hoja de ruta que enmarca nuestro trabajo, por esta razón, el Perú
ha alcanzado tasas de inversión elevadas de hasta el 30% del PBI, tasas que
solo se observa en países desarrollados de Asia.
Fallas del modelo
económico peruano.
De las conclusiones
más importantes del último CADE 2013, el sociólogo Francisco Durand nos hace
conocer sobre ocho fallas importantes del modelo económico, entre ellas,
tenemos 1) nos hace vulnerables a un shock externo negativo: caída de los
términos de intercambio y salida de capitales, 2) crea poco empleo formal por
ser intensivo en capital, lo que favorece la informalidad, 3) privilegia la
propiedad privada y dentro de la a la gran empresa, 4) favorece la
concentración económica y tiende al abuso de la posición de dominio del
mercado, 5) reprimariza la economía en torno a la minería, la actividad
extractiva más destructiva, 6) la “competitividad” también se basa en salarios
bajos (cholo barato), 7) extranjeriza las principales actividades económicas,
7) tiende a la depredación acelerada del medio ambiente, y finalmente, 8)
impulsa el consumismo en base a la deuda y diluyendo las diferencias entre
necesidades y deseos, tendencia que afecta principalmente a los pobres.
(PROPUESTAS DE CAMBIO EN EL MODELO ECONÓMICO
PERUANO.
La izquierda reclama el cambio del modelo económico liberal peruano.
EL MODELO
NEOLIBERAL PERUANO
El modelo neoliberal, actualmente es la ideología dominante
en casi todos los países del mundo, por no decirlo en todos, pero no se sabe si
algún día tendrá su final, aunque muchas personas se organizan para destruir al
sistema, proponiendo modelos económicos alternativos -donde los derechos humanos,
la justicia, la democracia, el medio ambiente y la sustentabilidad, estén por
encima de los capitales).
El Frente Amplio
viene reclamando el cambio del modelo económico neoliberal en el Perú, así lo
considera Manuel Dammert, Congresista, quien ha dicho que “el Perú está
condenado a exportar piedras e importar mercancías de mala calidad. Se ha
destruido el agro y la industria (textiles y metalmecánica), se precariza el
empleo, se ha entregado la soberanía energética y los recursos de agua y
tierra. Se obliga a los peruanos a regalar sus bajos sueldos a las AFP, a
utilizar los desmesurados e injustos créditos, a la inseguridad ciudadana. El
ministro Castilla, se jacta arrogantemente de someter al pueblo peruano a la
dictadura de la plutocracia que controla el sistema financiero, el gas el agua
y la tierra. Se han anulado los derechos sociales y se carece de empleo digno,
los regímenes laborales carecen de estabilidad, los salarios son injustos y las
pensiones inadecuadas. No se ven intentos de recuperar el gas para el Perú ni
el propósito de cambiar la matriz energética y propiciar la petroquímica. Se ha
recortado el canon y se pretende dar bonos a los municipios y regiones para
hacerlos deudores de sus propios y legítimos ingresos futuros. El problema radica
en que el llamado Frente Amplio no es un ente organizado. No ha creado ninguna
base territorial o funcional. No cuenta con ningún comité en alguna provincia o
distrito. Puede decirse que el Frente amplio es una reunión de cúpulas de esos
micropartidos casi ausentes en las organizaciones sociales, así lo ve con
amplitud de miras, Antonio Zapata en su artículo de opinión ¿Dónde está la
izquierda? Otra complicación estriba, en que el Frente Amplio carece de un
programa político. No hay tema Gran Transformación ni menos una Hoja de Ruta.
Podemos decir que actualmente en el Perú la izquierda es un sentimiento. Sus
líderes no plantean una idea cabal de lo que es y significa el Perú de hoy y
hacia donde hay que conducirlo para su desarrollo. Una prueba de su fracaso
político del FA son los resultados electorales en Lima donde las fuerzas de
izquierda Tierra y Dignidad y el partido Humanista de centro-izquierda han
ocupado la cola de las opciones políticas.
No hay una tercera
vía entre el capitalismo y el socialismo.
La paradoja de la
situación que vivimos es que, junto con la crisis del capitalismo, también ha
salido a relucir una profunda crisis de la izquierda a escala internacional.
Recordando a Séneca, “no hay viento favorable para el navegante que no sabe a
dónde va”. La bancarrota del capitalismo, su incapacidad para satisfacer las
necesidades de la inmensa mayoría de la sociedad, los conflictos sociales, la
pobreza y la exclusión social, e incluso el peligro que está suponiendo para la
supervivencia del planeta como un lugar habitable, exigen una alternativa: el
socialismo. Pero, ironía de la historia, ninguna de las grandes organizaciones
de la clase trabajadora se atreve a defenderlo como alternativa frente a las
notorias debilidades del sistema capitalista.
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